29.8.07

Vuelven a la carga



Los mandriles etarras vuelven a la carga para intentar demostrar que la tienen más larga que nadie. Después de intentar hacer creernos que eran capaces de jugar a la polítíca, ahora tienen una pataleta de cuidado e intentarán cargarse a alguien para hacerse los machotes y seguirse creyendo unos intrépidos guerrilleros de vete tú a saber qué.
Como ya he dicho en ocasiones anteriores, esta panda de pseudo-mafiosos, amigos del gatillo y neonazis con mullet está en espiral descendente hacia su "grapización".
Pese a la nueva oleada de cartas de extorsión, tienen problemas para cobrar sus chantajes porque su "aparato de financiación" está muy tocado.
Los idiotas que se pasean de un extremo a otro con sus bombas sufren de un grado tal de paranoia que salen corriendo a poco que un perro ladre cerca de ellos.
Tienen la impresión de estar tan infiltrados que existen serios problemas de comunicación entre ellos. Y a poco que uno empiece a asomar la cabeza, la policía cae sobre él y le manda al trullo.
Todo el mundo tiene claro que estos tipejos pueden volver a matar. Por mucha seguridad que haya, siempre será posible que estos imbéciles terminen haciendo daño a alguien.
Pero han perdido.
Perdieron hace mucho tiempo. Y bastantes de los que votaron a ANV en las pasadas elecciones se estarán sintiendo como unos pardillos al ver que los batasunos que se llenaban la boca con "paz" y "proceso" (palabras que creo que utlilizan al tuntún) para pedirles el voto, ahora esconden la cabeza debajo del ala, acojonados a la espera de ver de qué humor se levanta el gañán que realmente esté dirigiendo a ETA en estos momentos.
Que hartazgo da esta gentuza. Hastía que todavía sean capaces de seguir reuniendo tarados, acumular presos, causar mal por donde quiera que pasen, hacer a todo el mundo la vida más difícil y, encima, hacerse los guays.
Decía Schiller que contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano. Da la impresión de que, sin ser dioses (¿pa qué?) todavía nos queda mucha lucha por delante.

17.8.07

El síndrome de Juan Cuesta



Pese a lo que pueda pensar mucha gente, en la política se dan muchos de los vicios, manías y malas costumbres que la gente tiene en otros aspectos de su vida. Para bien y para mal, los militantes de los partidos se parecen y se comportan como sus votantes.
Asi, tenemos a gente que roba material de oficina del trabajo pero se queja de sus concejales, al típico trepas que afirma que los políticos no tienen escrúpulos o a esos adictos a jugar al buscaminas en horas laborables, que dicen que la gente se mete en política para vivir del aire.
Pero lo que más gracia me hace es lo que yo he llamado como el Síndrome de Juan Cuesta. Ya sabéis, como el personaje de Aquí no hay quien viva. ¿Por qué lo llamo así?
Bueno, los que hayáis visto la serie sabréis que el pobre Juan se toma demasiado en serio su papel como presidente de la Comunidad de Propietarios de su bloque. Habla en tono institucional, prepara sus discursos y se comporta como si tuviese realmente algún tipo de autoridad. La verdad es que tiene bastantes humos.
Seguro que os habéis encontrado con gente así, desde los delegados de clase en el cole o los compañeros recién ascendidos, hasta aquel vecino que una vez salió en "España Directo".
En la política pasa más o menos igual. Cuando uno trata con personas realmente importantes, te das cuenta de que no lo suelen tener demasiado creído y, sin embargo, cuando tratas con cargos medios o burócratas de partido... ¡te cagas!
-Hey, perdona. Que soy Segundo Secretario Adjunto al Botijo's Boy de Asuntos Institucionales.
-Aaah, vale.
Y ya no te digo nada si se trata de gente que, por su posición institucional o jerárquica, se llama a sí misma por las siglas (normalmente significando cosas en guiri): CEO, COS, DirCom, CDE, DG, SE, JDG... Vamos, lo que hace que en exceso uno pida un SOS. Así, que terminaré con otra de mis cuchufletas de Abuelo Cebolleta. En una novela de Frederick Forsyth, un burócrata de la CIA se quejaba de no tener un cargo con siglas molonas, hasta que un cachondo hizo la siguiente propuesta en una reunión: ¿Qué te parece Supreme Head of Intelligence Targetting?
Si alguien quiere que su cargo se bautice como Miembro Ejecutivo de Labores Organizativas de Normalización, se lo cedo y no le cobro copirrais, ni nada de eso. Así de generoso que es uno.

Tontuna Veraniega



Si no, ¿qué narices hago a estas horas escuchando música que me hace estar medio depre?

¡Me voy a la cama ya! ¡que me pongo ñoño y no quiero ser de esos bloggers que se dedican a copypastear poemas y letras de canciones!

Si es que el verano atonta mucho los cerebros de las personas humanas... Voy a leer algo de Ian Fleming a ver si se me pasa la gilipollez. Y mañana, a producir, que hay que levantar España, no se me vayan a cumplir las profecías de Marc Vidal.

13.8.07

Días Hábiles

De vez en cuando me quedo sin móvil porque, cuando me pasan el recibo, mi banco debe responder alguna cosa malsonante y mi compañía decide suspenderme el servicio por moroso.
Tampoco me voy a quejar mucho; siempre pago y el servicio se reanuda sin problemas... pasados dos días hábiles.
Como me suele correr mucha prisa recuperar el servicio suelo llamar al servicio de atención al cliente para que me adelanten la reconexión. No suele haber mucho problema, vamos, el 50% de las veces me hacen caso y tengo teléfono en una media hora o así.
La última vez llamé con mi recibo de pago en la mano, para dar al teleoperador todos los datos necesarios para el alta. Era un domingo por la tarde y el amable teleoperador parecía tener problemas para realizar el alta de nuevo. El día anterior llamé para lo mismo y los servidores estaban caídos, así que supuse que sería algún problema derivado y no me enfadé. No me suelo enfadar con los teleoperadores porque he trabajado para una compañía de telecomunicaciones y sé en qué condiciones tienen que sacar adelante el trabajo. El caso es que, tras medio minuto de espera más o menos, se me informó de que no era posible la reconexión y que debía esperar al lunes; cuando se hubiesen cumplido los días hábiles. Dí las gracias y colgué.
Dos días hábiles-pensé- y, sin embargo, para la chica que me atendió el sábado y este chaval, tanto el sábado como el domingo han sido días hábiles.
Por un momento pensé en que igual que yo me cabreaba con una compañía que me impone tarifas abusivas, facturas surrealistas, servicios mediocres y plazos absurdos en la era de los ordenadores, los dos trabajadores con los que yo había hablado estarían cabreados con una compañía que los subcontrata, les dicta turnos los siete días de la semana, que prima la brevedad de las llamadas por encima de la atención al cliente, que no les forma y que no les paga los pluses correspondientes a sus horarios, idiomas, formación y experiencia.
Es raro, ¿no? Me pregunto hasta qué nivel las compañias de esta clase maltratan a sus clientes y a sus empleados. Y cuándo pienso en el nivel en el que el trato comienza a ser bueno para unos y otros, me cabreo.

8.8.07

¡Aznar está mazas!



Es que estaba leyendo el ¡Hola! (me temo) cuando ví de refilón unas fotos a las que no presté mucha atención a la primera. "Será uno de esos mafiosos ruso-marbellíes de la Jet posando para la revista" me dije. Pero una duda me corroía... esas gafas, ese pelazo, ese bigote... ¿¿Bigote?? Retrocedí y contemplé asombrado que esas fotos eran de nuestro Estadista Cósmico. Pero... ¿cómo es posible? ¿No se supone que los políticos son, en general, fofillos?.

Yo, que llevo un año de lucha cruel contra mi testaruda barriga, estoy corroído por la envidia. Fijáos en los bíceps, en los pectorales, es que... ¡hasta tiene chocolatinas en el abdómen! Pero es que el titular del ¡Hola! es "José María Aznar: Un abuelo en plena forma". O sea, que es que no pasa despercibido que Aznar seguramente se esté preparando para lograr la dominación mundial intentando convertirse en un clon de Chuck Norris (alabado sea su nombre). De hecho, ya está intentando adquirir el poder de matar con la mirada.

Mi mente friki ya ha buscado antecedentes de hechos parecidos, como en los "Amazing Spider-Man" del número 116 al 118, donde el candidato a la alcaldía de Nueva York, Richard Raleigh (en sospechosa buena forma física), resultó ser el señor del crimen conocido como el Disruptor.

Aún así, no todo está perdido. Siempre es posible reunir un equipo de politólogos/as frikis para poder detenerle. Voy por mi sable láser.

1.8.07

Se acercan las vacacaciones

¿Descansa uno en vacaciones o acumula más stress? Yo casi que me inclino por lo segundo en la mayor parte de las ocasiones, pero es que a mí me gustan las vacaciones moviditas... Aún así, espero sugerencias. ¡Ahí tenéis los comentarios!