De vez en cuando me quedo sin móvil porque, cuando me pasan el recibo, mi banco debe responder alguna cosa malsonante y mi compañía decide suspenderme el servicio por moroso.
Tampoco me voy a quejar mucho; siempre pago y el servicio se reanuda sin problemas... pasados dos días hábiles.
Como me suele correr mucha prisa recuperar el servicio suelo llamar al servicio de atención al cliente para que me adelanten la reconexión. No suele haber mucho problema, vamos, el 50% de las veces me hacen caso y tengo teléfono en una media hora o así.
La última vez llamé con mi recibo de pago en la mano, para dar al teleoperador todos los datos necesarios para el alta. Era un domingo por la tarde y el amable teleoperador parecía tener problemas para realizar el alta de nuevo. El día anterior llamé para lo mismo y los servidores estaban caídos, así que supuse que sería algún problema derivado y no me enfadé. No me suelo enfadar con los teleoperadores porque he trabajado para una compañía de telecomunicaciones y sé en qué condiciones tienen que sacar adelante el trabajo. El caso es que, tras medio minuto de espera más o menos, se me informó de que no era posible la reconexión y que debía esperar al lunes; cuando se hubiesen cumplido los días hábiles. Dí las gracias y colgué.
Dos días hábiles-pensé- y, sin embargo, para la chica que me atendió el sábado y este chaval, tanto el sábado como el domingo han sido días hábiles.
Por un momento pensé en que igual que yo me cabreaba con una compañía que me impone tarifas abusivas, facturas surrealistas, servicios mediocres y plazos absurdos en la era de los ordenadores, los dos trabajadores con los que yo había hablado estarían cabreados con una compañía que los subcontrata, les dicta turnos los siete días de la semana, que prima la brevedad de las llamadas por encima de la atención al cliente, que no les forma y que no les paga los pluses correspondientes a sus horarios, idiomas, formación y experiencia.
Es raro, ¿no? Me pregunto hasta qué nivel las compañias de esta clase maltratan a sus clientes y a sus empleados. Y cuándo pienso en el nivel en el que el trato comienza a ser bueno para unos y otros, me cabreo.
2 comentarios:
'Tiés' más razón que un santo.
El Domingo y los festivos son dias "torpes". La resaca y esas cosas, supongo.
Jordi
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