Dice el presidente del Tribunal Supremo que lo de pegar tiros en la cabeza a los sospechosos no está tan mal. Hombre, algo malo tendrá cuando el chaval de Brasil al que le soltaron cinco disparos no tenía nada que ver los terroristas a los que se busca.
Supongo que D. Francisco José Hernando (pues así se llama el payo) lo que pretendía era ser práctico en la lucha contra el terrorismo. Vamos, que vino a decir una frase del tipo "yo no soy racista, pero...". Esas frases siempre van seguidas de un "pero". En este caso fué así: "Eso no quiere decir que esté a favor de la pena de muerte, que no lo estoy, pero creo que es necesario extremar las medidas porque la agresión siempre suele ser inopinada y además afecta a vidas inocentes que se han de proteger".
Lo que pasa es que el que suelta esas frases y se queda tan a gusto nunca se ve en el papel de candidato a recibir el tiro. El delito de Jean Charles de Menezes fue ser de color "marrón" en un país donde, en la circunstancias actuales, todo el que no tuviera la piel rosada se convertía automáticamente en sospechoso.
Me pregunto si D. Francisco José Hernando se sentiría igual de "práctico" con respecto al terrorismo si estuviera en un estado sureño de los EEUU, siendo católico y "latino", expuesto a pagar las iras de cualquier "redneck" con licencia de armas. O si estuviera en Florida, donde Jeb Bush El Justo acaba de legalizar que te peguen un tiro por la calle si el dueño del arma se considera en peligro al verte. Para preguntar la hora...
Lo malo no es tanto que Hernando hable basándose en la ingorancia y los prejucios (eso lo hacemos todos), lo malo es que es Presidente del Tribunal Supremo y asuntos importantes y destinos personales dependen de sus ilustrados juicios de valor. Ahora me siento más seguro.
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