El otro día bebí grog, sí, grog. ¿Qué no sabéis lo que es? Pues mirad aquí. El grog era la bebida favorita de los piratas de los juegos de Monkey Island. El otro día, saliendo Belén, Rosa, Moeh y yo, llegamos a un local donde sevían semejante brebaje. Rosa y yo pasamos un rato genial, sintiéndonos Guybrush Threepwood, el bobalicón protagonista del juego y diciendo "¡aaaaarr!", como los buenos piratas.
Para todos aquellos que no hayais jugado al Monkey Island, os lo explico brevemente: Es una aventura gráfica, donde el personaje protagonista va recogiendo objetos y resolviendo puzzles surrealistas para llegar al final de la aventura. Uno tiene que avanzar a base de cerebro, paciencia y sentido del humor. La ambientación es genial y los diálogos, hilarantes. Una de las cosas más graciosas es que los combates a espada se resuelven mediante frases ingeniosas. Si uno de los atacantes te embestía diciendo "¡tuve un perro más listo que tú!", la manera correcta de desarmarle era decirle "¡seguro que te ha enseñado todo lo que sabes!". Al final, uno se hace con el particular método de esgrima y todos los piratas atacan diciendo rutinariamente lo mismo.
Y ahora imaginad al pirata Largo LaGrande-Ibarretxe, defensor de la Patria (vasca) en peligro, atacando espada en mano diciendo "¡el pueblo tiene que hablar!¡Convocaré una consulta popular!". El pirata Meathook-Aznar, eligiendo la opcion equivocada, le dice "¡pues te meteré en la cárcel por referéndum ilegal!", con lo que el pirata Ibarretxe gana terreno. Al pirata Ibarretxe se le desarmó diciendo "¡En el Congreso nos veremos!".
Luego, el pirata LeChuck-Rajoy, defensor de la Patria (española) en peligro, ataca al grito de "¡el pueblo tiene que hablar!¡Recogeré firmas para convocar una consulta popular!". Aunque nos vuelve a salir la opción de decirle "¡Es ilegal, melón!", la opción correcta sigue siendo "¡En el Congreso nos veremos!".
El caso es que en el juego aparecían piratas zombis y caníbales vegetarianos y con estos dos no mola tanto jugar. Voy a reinstalarme el juego y a atizarme otro pelotazo de grog. ¡Aaaar!.