He tenido una muy mala semana reentrando en la realidad tras un viaje tan largo. Para rematar la semana, ayer, los chulitos de ETA pusieron una bomba para demostrar nosesabequé complejo freudiano que tienen ellos. Han decidido volar el aparcamiento de la T4; porque pueden y eso, como si eso tuviera alguna clase de mérito. De paso tal vez se hayan llevado por delante a dos ciudadanos cuyo único delito era echar una cabezadita en el coche. Pero ya conocéis a los terroristas: la culpa es siempre de las víctimas. A saber que se inventan esta vez.
Sabiendo cómo está el tema he decidido no mirar demasiado la blogosfera esa. Los tipos que escribimos blogs somos hooligans narcisistas y muchos se han dedicado a retorcer los hechos para darse la razón, sin preocuparse de si, debajo de todos esos escombros, sacarán a dos personas vivas o tendremos a dos familias pasando una Nochevieja de mierda.
Los etarras caminan hacia su ostracismo y su autodestrucción desde hace mucho tiempo. Cada vez que han declarado una "tregua", todos hemos sabido que era un grito más de agonía de ese monstruo prehistórico que es el terrorismo etarra. Cada vez que se ha dialogado con ellos y ellos han vuelo a poner una granada bajo la mesa, la acción policial y la acción política de los partidos demócratas les ha puesto contra las cuerdas una vez más.
Es triste ver cómo hay gente que aprovecha una desgracia tan terrible como este atentado para pretender apuntarse un tanto y decirle a todo el mundo "os lo dije". Eso es darle relevancia a las acciones de estos descerebrados, que piensan con lógica de matón de patio de colegio.
En cualquier caso, ETA ha perdido ya hace mucho tiempo. No va a conseguir nada por las armas. Nunca. Jamás lo consiguió y ahora no va a ser una excepción. Cuando estaba en los Estados Unidos, un amigo me justificó la paranoia en la que viven porque querían estar "seguros" contra el terrorismo. La seguridad es un estado de ánimo y en eso poco pueden decir los terroristas. Nuestro triunfo frente a ETA consiste en que no nos hemos permitido vivir aterrorizados por ellos. No hemos cambiado nuestro modo de vida, no hemos reducido nuestras libertades, ni hemos dejado de salir de casa. Si dejas que los terroristas te aterrorizen, ganan ellos.
Cada vez que hay una tregua, independientemente del gobierno de turno, la verdadera negociación se hace dentro de ETA: tratan de decidir si pretender "aguantar" y quedarse reducidos a un pequeño grupo de delincuentes y tarados (como el GRAPO) o de si pueden intentar reciclarse en políticos y tratar de conseguir una salida relativamente digna. Las opciones se las dan o se las quitan ellos. Todavía no se han dado cuenta de que sus acciones sólo tendrán relevancia para ellos mismos. Allá ellos. Han escogido mal. Una vez más.