Es increíble el batacazo que nos hemos metido los del PSM en estas elecciones. De todos los escenarios posibles, nos hemos acercado al peor de ellos. Ahora bien, la gente no es tonta. Si no han votado al PSM, será por algo.
La verdad es que me ha enfadado un poco la autocompasión mostrada por la Ejectuva Regional esta mañana. Si los ciudadanos no la han tenido con nosotros, nosotros no deberíamos tenerla con nosotros mismos. Es lo que nos piden.
Tampoco creo que la culpa del batacazo la tenga Miguel Sebastián y sí las carencias organizativas del PSM. Hace falta que llegue un poco de renovación a esta organizacíon y que se abran las ventanas para que entren gentes e ideas nuevas. Es un poco triste pretender ganar unas elecciones en el año 2007 con planteamientos de los años 80. No falló el programa, no falló la militancia y no ha fallado nuestro suelo de votantes (que se estarán tirando de los pelos con razón). Ha fallado un tipo de organización algo anticuado, que tiende a crear burócratas y a desmotivar las pocas cabezas que se atreven a asomar con alguna buena idea. En algún momento de los 80 tal vez funcionara pero ahora no.
¿Ha de irse Simancas? Yo creo que en su momento, sí. Pero, con él, su equipo. Pese a todo, el PSM tiene muy buena cantera, la militancia de base es gente normal, que vive los mismos problemas que el resto de los madrileños y que todavía es capaz de ilusionarse, de echarle imaginación y de dejarse su tiempo libre y sus energías en lograr un Madrid mejor.
No se trata de que tus siglas ganen las elecciones, se trata de que la educación sea accesible para todos de verdad, de que la sanidad funcione sin falsear los datos, de que las averías del metro se arreglen en lugar de culpar a los trabajadores o a los viajeros, liberando a la gente de ser esclavos de sus coches y de sus hipotécas, de que la policía nos proteja de los chorizos en lugar de multarnos porque sí, de que puedas abrir tu negocio sin trabas, de evitar los abusos...
La política no es un juego de candidatos que se dediquen a decir lindezas para hacer cosas parecidas, la política es la herramienta de la gente normal para cambiar el mundo. Para acercar las cosas a la utopía, para ser valiente y cometer errores. En Madrid hace falta hacer mucha política y cargarse de ilusión para poder contagiarsela a los demás. Y en 4 años tenemos tiempo de lograrlo.