Cuando la gente dice que los EEUU son un país de contrastes, no sé si refería a cosas como que ayer estuviéramos en manga corta y hoy apenas sienta mi nariz.
Ahora cae lo que la gente llama "frozen rain" y yo llamaría "granizo de los cataplines". Pequeños pedacitos de hielo te azotan la cara de tal manera que sabes que te estás ahorrando una pasta en "peelings".
Si os fijáis en la entrada anterior, veréis que está dedicada a unos amables vecinos de por aquí. La gente nos está recibiendo muy bien, nos invita a té y algunos nos preguntan si en España conocemos la electricidad.
Hoy he estado visitando el museo local, ubicado en una antigua estación de tren. Es curioso ver cómo alucina la gente si ve algo anterior a 1920. Siempre estoy tentado de decirles que en Europa tenemos algunos puentes romanos que se han usado durante unos 1.000 años o así. Pero no creo que me creyeran.
El caso es que, bueno, pues era un museo pequeñín. Había viejos uniformes usados en las diferentes guerras del país: la Guerra Civil, la Guerra contra España en 1898, la Primera Guerra Mundial y la II Guerra Mundial, todo ello indicando los habitantes del condado que habían muerto en cada una de esas guerras. Los españoles sólo les matamos a uno en Cuba, así que no creo que sigan resentidos. Pero bueno, yo diría que 3 dólares por ver eso, una maqueta de tren y poco más tampoco es el mejor de los negocios.
Mañana parto para Topeka, que es la capital del Estado de Kansas. Seguramente veamos el Capitolio del Estado y consiga una Constitución de Kansas para Dani Casal (¿no te valía una gorra de béisbol?). Pero no sé si podré actualizar o no. Depende de la hora a la que llegue y de los horarios del café. Prometo sacar más fotos y, no os preocupéis, un friki como yo seguramente traiga alguna anécdota graciosa bajo el brazo. Como cuando ayer me comí un taco "al pastor" y... bueno, bueno, tampoco queráis saberlo todo, payos. Sólo diré que fue en un restaurante mejicano llamado "El Botijas", que suena a mote talaverano. En fin, que se me pira la pinza una vez más. Ya os contaré. Todavía tengo que confirmar si voy a visitar una comisaría de policía, a conocer a los senadores por Kansas, a hablarles a unos niños en un colegio y a averiguar dónde se puede tomar cerveza sin cometer una ilegalidad (o que lo parezca).
Por cierto, si ayer hablaba de que la religión era omnipresente, no os quiero contar nada de la Navidad. Si creéis que los del Corte Inglés son unos plastas, deberiáis ver lo que hace aquí la gente por su cuenta. Os dejo antes de que me ataque el reno Rudolph.