11.10.05

¡Traidor!

¿Os acordáis de que iba a no condenar en clase el proyecto de reforma del Estatut? Vale, pues lo hice y hoy me ha llegado un tipo y me ha dicho: "¡Traidor! ¡Amigo de los catalanes!". Tócate los huevos. Y pensar que me he levantado hoy con la esperanza de que no me siguieran crispando...
En el fondo, se me ha hecho muy raro, ha sido como cuando los malos llaman al prota "amigo de los negros" en las películas. Pero lo peor ha sido la mirada del chaval (universitario en su útimo año y mayor que yo), vidriosa de odio. ¡A estas alturas!
Los argumentos para no condenar el Estatut en clase (y hacerme reo de traición) fueron:
  1. Es un proyecto de Estatut. Serán las Cortes Generales (Congreso y Senado) las que le den su forma definitiva o, en su caso, lo manden de vuelta al Parlament.
  2. Los catalanes son españoles, pero de otra manera. Eso hay que entenderlo.
  3. Sólo el Tribunal Constitucional puede declarar inconstitucional un Estatuto de Autonomía. Hasta entonces, la ley te obliga a interpretarlo de acuerdo a la Constitución.
  4. Por gordos que puedan caer Carod-Rovira, Artur Mas y Pascual Maragall, éstos son representantes de la voluntad de la gente que les ha votado.
  5. Como las Cortes Generales son también órganos que representan la voluntad popular (en este caso, del conjunto de los españoles) tienen la voluntad y el deber de ponerse de acuerdo y aprobar una versión del proyecto de reforma que concilie los legítimos intereses de Cataluña con los legítimos intereses de España en su totalidad según la Constitución.
  6. Todo se está desarrollando de acuerdo a los trámites que fijan la Constitución y el resto de las leyes. No hay motivos para asustarse. La democracia sigue funcionando.

Como véis, defender las leyes de mi país me convierte en un traidor. Y es que, en este asunto, se está jugando demasiado con las emociones de la gente. Hasta tal punto que nadie se muestra ya dispuesto a atender a razones.

Cuando Indalecio Prieto recordaba las barbaridades de la Guerra Civil decía: "Acaso en España no hemos confrontado con serenidad las respectivas ideologías para descubrir las coincidencias, que quizá fuesen fundamentales, y medir las divergencias, probablemente secundarias, a fín de apreciar si éstas valían la pena de ser ventiladas en el campo de batalla". Hoy se me ha ocurrido que tal vez sigamos en las mismas y no me consigo sacudir la depre de encima.

2 comentarios:

CardinalXiminez dijo...

Y qué problema tienen los catalanes, que no puedes ser su amigo? Muerden? Sueltan baba? Siempre he de explicar, con gran pesar de mi parte, que si en España tenemos que contratar a historiadores británicos para que escriban nuestra historia porque nosotros no nos ponemos de acuerdo, mal podemos decir que la Transición está completa y las heridas de la guerra civil están sanadas. Mentira y gorda. Simplemente barrimos los resentimientos debajo de la alfombra, porque teníamos que convertirnos en un país europeo (y en ésto estábamos todos de acuerdo hasta que vino el inspector de Hacienda de Valladolid y dijo que no, que la Unión Europea era una caca, que había que unirse a los Yu Es Ei) Bueno, ya semos uropeos, ya puedo estudiar en Holanda sin pasar verguenza, y ahora ya no hay motivo para no matarnos entre nosotros. Qué bien. Qué civilizado.

Por cierto, tuve problemas para editar el blog anterior y he tenido que crearme otro. La dirección no es muy distinta:

http://eggssausageandspam.blogspot.com

Hala, a disfrutarlo.

Anónimo dijo...

Estan los voceros de la derecha mas reaccionaria enardeciendo a las masas con los fantasmas de siempre...

Pasara este huracan y se vera que no era para tanto.

Llevan desde el 34 diciendo que el pais se rompe.

Primero con los estatutos de autonomia de la republica, despues con los de la transicion...es un viejo momio que no creo que tenga excesivo recorrido politico.